Una escuela de Chojna, una pequeña localidad polaca de 7.000 habitantes, en la frontera con Alemania, se ha convertido en un centro de acogida con 57 plazas para refugiados ucranianos, por iniciativa del Ayuntamiento que ha puesto a disposición el edificio en desuso y una zona de juegos para niños.
La Comunidad de Sant’Egidio ayuda con la recogida de alimentos y productos de higiene para la acogida y continúa con su apoyo a las familias de la localidad necesitadas por las consecuencias de la pandemia.
La experiencia de inclusión de Sant'Egidio se ha adquirido en particular en los últimos tres años, desde que la Escuela de Lengua y Cultura Polaca está activa en Chojna, y tiene muchos estudiantes ucranianos: han recibido ayuda y ahora son ellos quienes están acogiendo, haciendo sobretodo de intérpretes. Estos días estamos trabajando para empezar la Escuela de la Paz y facilitar la inserción escolar de los primeros niños que llegan en el lugar.
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