Anoche tuvo lugar una reunión en la embajada de Francia en Roma entre el presidente francés Emmanuel Macron y una delegación de la Comunidad de Sant'Egidio, con Andrea Riccardi, Marco Impagliazzo y Mario Giro. Entre los temas que abordaron está la idea de colaboración, durante la presidencia de Francia en el Semestre Europeo, para un evento mundial a favor de la abolición de la pena de muerte, campaña en la que Sant'Egidio lleva años trabajando. En cuanto a África, se habló particularmente de la grave situación en el norte de Mozambique, donde el conflicto, además de las numerosas víctimas, ha provocado hasta ahora a más de 700.000 personas desplazadas. Mostraron al presidente el trabajo de la Comunidad en la provincia de Cabo Delgado, tanto en términos humanitarios para ayudar a los refugiados como para la reconstrucción del tejido social a través del diálogo interreligioso.
Otro tema importante abordado es el de los corredores humanitarios promovidos por Sant'Egidio para responder a las crisis siria, libia y afgana, a los que Francia se ha unido. Los corredores se han convertido en un modelo de política de inmigración legal, especialmente para las personas que necesitan protección humanitaria, y el presidente Macron aseguró que su país continuará el compromiso en esta dirección.
Por último, abordaron el gran tema de los ancianos en la sociedad europea, que ha surgido con fuerza en los últimos meses por las graves consecuencias de la pandemia en su salud y sus condiciones de vida. En este sentido, hubo una consonancia de puntos de vista con el presidente sobre la necesidad de un cambio urgente de ruta, que pase de la institucionalización (cuyos efectos nocivos se han puesto de manifiesto con las víctimas que ha habido en centros residenciales) a un sistema que se centre claramente en la asistencia social y sanitaria a domicilio. Sobre este delicado tema decidieron empezar una colaboración.
Hablan de la campaña contra la pena de muerte, los ancianos, la paz en África y los corredores humanitarios