El domingo, la iglesia de Moisés y Aarón en Amsterdam conmemoró a los muchos refugiados que murieron tratando de llegar a Europa. La oración ecuménica "Morir de Esperanza", organizada por la Comunidad de Sant'Egidio en colaboración con el Diaconado Protestante, el Consejo de Iglesias de Amsterdam y el Catholic Worker, fue presidida por el diácono Colm Dekker de Sant'Egidio.
En el comentario del Evangelio, la teóloga protestante Manuela Kalsky subrayó cómo Papa Francisco es una inspiración para que muchos, especialmente los jóvenes, mantengan viva la esperanza y se dediquen concretamente a los refugiados. Pidió más liderazgo moral para una política migratoria inclusiva y sostenible.
Durante la conmemoración, se leyeron los nombres y las historias de muchos refugiados que perdieron la vida el año pasado cuando se dirigían hacia Europa con la esperanza de un futuro mejor. Además de los fallecidos en el Mediterráneo, en la oración se hizo memoria del nigeriano cuyo cuerpo fue encontrado en un compartimiento de un avión en el aeropuerto de Ámsterdam en abril. Sacerdotes y pastores de iglesias cristianas se unieron a la oración: católicos, ortodoxos y protestantes.
La ceremonia terminó con una procesión hacia el río Amstel, donde los presentes depositaron flores en memoria de las víctimas. Los jóvenes llevaron pancartas con fotos de los peligrosos viajes que realizan los migrantes para llegar a Europa.
Las imágenes nos hacen reflexionar sobre la necesidad de una revisión de la política migratoria europea, tema sobre el que el mismo día el profesor Thomas Spijkerboer impartió una conferencia y en la que ilustró el sistema de visados actual y las alternativas que hay para garantizar el acceso legal y seguro en Europa.