"Me alegra estar aquí con vosotros, en París. Las cosas son hermosas cuando se viven, cuando están llenas de vida". Con estas palabras Andrea Riccardi abrió una asamblea formada por Jóvenes por la Paz y Europeans for Peace, así como por adultos de toda la Île-de-France para celebrar un día de reflexión sobre las respuestas de la Comunidad a las grandes preguntas que plantea este tiempo de pandemia.
Tras haber escuchado largamente a todos los jóvenes y adultos presentes, Andrea les animó a "salir al descubierto" y a considerar la Comunidad no como un refugio o una realidad cerrada, sino como un puerto para un río de personas; animó especialmente a los más jóvenes a llenarse de un espíritu de orgullo y de audacia –la "sabia audacia del Evangelio"– para hacer realidad un mundo de paz.
Una paz que en Francia se concreta en el trabajo que la Comunidad está viviendo para renovar el protocolo de los Corredores humanitarios firmado con las Semanas Sociales y el gobierno francés. Este segundo protocolo prevé acoger a 300 nuevos refugiados sirios e iraquíes procedentes del Líbano en los próximos tres años. Ya han llegado dos familias y cuatro más llegarán a principios de octubre.