Continúa la misión veraniega de los Jóvenes por la Paz en Bosnia. Las chicas y chicos de las comunidades de Bolonia, Padua y Treviso se encuentran en Bihac, donde continúan una serie de actividades para apoyar a los migrantes en los campos y refugios improvisados en las afueras de la ciudad.
La escuela de italiano (en realidad también se enseña inglés, alemán y español), promovida desde la primera semana, se ha convertido en uno de los eventos más esperados y seguidos por un número cada vez mayor de jóvenes migrantes que pueblan el campamento de Lipa. La escuela se lleva a cabo en pequeños grupos durante la tarde en un prado no lejos del campo: la atención y las ganas de conocer son grandes. También es un momento para hablar y conocerse mejor.
El ambiente es de celebración y amistad: se cantan canciones en las lenguas de origen de los migrantes. Cantar es contar la propia historia: un migrante pakistaní ha compuesto un texto muy bonito y conmovedor que cuenta las esperanzas de un joven en busca de un futuro mejor y las dificultades para intentar el "juego" de cruzar la frontera hacia Europa.
Esta semana, en colaboración con Ipsia-Acli, una delegación de los Jóvenes por la Paz pudo realizar una visita al campamento de Lipa, donde escucharon durante mucho tiempo a los que viven allí. Como muestra de amistad y cercanía, los Jóvenes por la Paz entregaron una camiseta a cada migrante presente en el campamento: un bien muy preciado en esta estación.
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