John Hummel, de 45 años, fue asesinado el miércoles 30 de junio mediante inyección letal en la penitenciaría de Huntsville. Una movilización internacional, impulsada también a través de la campaña "No Death Penalty" de la Comunidad de Sant’Egidio, había pedido medidas alternativas a la pena capital.
"Me arrepiento del asesinato", dijo Hummel en la camilla de ejecución en su declaración final. "Agradezco a todos los que han tenido presente y han rezado por mi familia en los últimos días. Os quiero a todos". Su historia
Miles de firmantes de la petición de la web nodeathpenalty.santegidio.org partidarios de medidas de misericordia, al mismo tiempo que compartían el dolor de las víctimas, han afirmado que no hay justicia sin vida.
A pesar de esta extraordinaria movilización internacional, se ha llevado a cabo la condena a muerte. Su ejecución había sido fijada para el 17 de marzo de 2020, pero un tribunal de apelación la aplazó a causa de la crisis sanitaria: destacaban que requería un enorme despliegue de personal, entre guardias de prisión, abogados, testigos, etc., que favorecía el contagio de covid-19.
Es la segunda ejecución en Estados Unidos en 2021 –ambas en Texas–, además de las tres ejecuciones federales que llevó a cabo la anterior administración.