Desde 1991, en África se celebra durante el mes de junio el Día del niño africano, una oportunidad de sondear la situación y reflexionar sobre la situación de los menores en aquel continente.
Se eligió la fecha del 16 de junio para recordar la masacre que tuvo lugar el 16 de junio de 1976 en Soweto (Sudáfrica). Miles de estudiantes salieron a las calles para pedir que les permitieran estudiar en su lengua nativa y el régimen ordenó disparar contra los niños que se estaban manifestando. Eran los años del apartheid.
Sant'Egidio de Malaui ha querido celebrar este día centrando la atención en la situación de los niños de la calle a los que la Comunidad visita, ayuda y cuida durante todo el año.
Para estas niñas y estos niños los encuentros con los amigos de Sant'Egidio son momentos de gran alegría en el contexto de una vida difícil. Los alimentos que reciben pero sobre todo la familiaridad hacen que dichos momentos sean especiales. A cada uno se le llama por su nombre y para cada uno se busca una posible solución para sacarlo de la calle.
Reproducimos una breve entrevista a Dyna Tembo, la responsable del servicio a los niños de la calle de Malaui:
¿Cómo empezaste a ocuparte de los niños de la calle?
Vimos que estos niños tenían una gran necesidad y que nadie se ocupaba de ellos. La sociedad tilda a los niños de la calle como ladrones y los considera solo como un elemento de molestia, un descarte, olvidando así que tienen una historia dolorosa que explicar y que necesitan que les escuchen. Empezamos a ir a verles y a escucharles para ser para ellos la oportunidad de cambiar que buscan.
¿Cómo acaba un niño en la calle?
Un estudio reciente muestra que en Malaui al menos el 98% de los niños de la calle tiene al menos un progenitor o un pariente. Solo el 2% son huérfanos. Las principales causas que llevan a los niños a vivir en la calle son la pobreza, las viviendas en mal estado y superpobladas y también la negligencia emotiva y física de las familias, que muchas veces viven en la miseria y en la indigencia.
¿Cuál es el sufrimiento más grande para estos niños?
Estos niños viven una pobreza extrema y carecen de todo: comida, ropa y cuidado personal, pero sin duda lo que más les hace sufrir es la falta de cariño. Algunos de ellos nunca han recibido sentimientos de amor ni siquiera por parte de sus padres o de otros parientes próximos.
¿Cuáles son los principales peligros para los niños de la calle?
El mayor peligro es el de la explotación. Viven en la calle, piden limosna o hacen pequeños trabajos, y muchas veces tienen miedo de que los arreste la policía por vagabundear. Las niñas corren especial peligro de sufrir abusos sexuales.
¿Puedes explicarnos una historia de éxito?
Tenemos ya bastantes historias de rescate, pero una que me impactó especialmente es la de un joven de 15 años que había dejado la escuela. Lo matriculamos a un curso de formación profesional. Terminó el curso, se convirtió en albañil y ahora trabaja para una empresa de construcción.
¿Cuáles son las próximas metas de Sant'Egidio para ayudar a los niños de la calle?
El próximo proyecto de Sant’Egidio consiste en construir una casa. El edificio ya está muy adelantado y esperamos terminarlo los próximos meses. Será una casa donde los niños podrán vivir con nuestra ayuda, un lugar para salvarlos de la precariedad y de los abusos que sufren cada día en la calle, y al mismo tiempo, para volverlos a inserir en el sistema educativo y darles una oportunidad de formación y de futuro.
Esta casa podrá ser también una fase importante para fomentar un proceso de reintegración de los niños, pues para algunos de ellos el objetivo final es que vuelvan con sus familias. Esperamos poder empezar a acoger pronto a algunas niñas.