En Mozambique, cercanos a los niños de la calle y que huyen del terrorismo

Un día dedicado a los niños. Es el “dia da criança”, que se celebra cada 1 de junio en Mozambique. Sant’Egidio, en diferentes puntos del país, lo celebró renovando su compromiso con las generaciones más jóvenes de este país, Mozambique, que juega un papel importante en la vida y la historia de la Comunidad.

Dos iniciativas destacaron este día: la apertura en Beira de una escuela para niños de la calle y una fiesta para los menores que encontraron refugio en Pemba, desplazados por los ataques terroristas en el norte de Mozambique.

Los niños son a menudo las primeras víctimas de los ataques: asesinados, secuestrados, convertidos en niños soldados. El ataque al distrito de Palma fue muy severo y provocó la huida de miles de personas. Se cree que en la actualidad siguen desaparecidos unos 20.000. Son muchos los que ya no tienen noticias de familiares.

De hecho, desde octubre de 2017, la región de Cabo Delgado, en el norte de Mozambique, ha sido víctima de violentos ataques terroristas por parte de grupos que la población denomina "al Shababo". Se estima que ha habido 800.000 desplazados y casi 3.000 fallecidos.

Las personas desplazadas que han llegado a Pemba en los últimos dos meses se encuentran alojadas en un polideportivo con muy malas condiciones de higiene y privacidad.

La Comunidad junto con una asociación local ofrece cenas a más de 300 personas cada noche, además de las distribuciones de alimentos que se realizan a las personas desplazadas acogidas por sus familias. De hecho, la mayoría de ellos son acogidos por familias de familiares o conocidos, agravando las ya precarias condiciones de vida de muchos de ellos. Basta pensar que solo la ciudad de Pemba (capital regional) ha crecido de 200.000 a 350.000 habitantes.

Pero en casi todas las regiones de Mozambique han llegado desplazados y en todas partes la Comunidad trata de acogerlos y responder a sus necesidades: comida, matriculación en la escuela para niños, recuperación de documentos perdidos o destruidos durante los ataques.