El 10 de julio de 1990, hace exactamente treinta años, tras dos días de coloquios en Sant’Egidio, las delegaciones del Gobierno mozambiqueño y de la Renamo publicaban el primer comunicado conjunto en el que, "reconociéndose como compatriotas y miembros de la gran familia mozambiqueña", expresaban "interés y disponibilidad por hacer todo lo posible para impulsar una búsqueda constructiva que lleve a una paz duradera para su país y para su pueblo", y esbozaban aquel "método" que guiaría las negociaciones hasta la firma de la paz, el 4 de octubre de 1992:
"dejar a un lado lo que divide y centrarse, prioritariamente, en lo que une", para establecer una base de trabajo común de modo que, en un espíritu de comprensión mutua, puedan entablar un diálogo para discutir sobre sus distintos puntos de vista".
"dejar a un lado lo que divide y centrarse, prioritariamente, en lo que une", para establecer una base de trabajo común de modo que, en un espíritu de comprensión mutua, puedan entablar un diálogo para discutir sobre sus distintos puntos de vista".
El documento, que lleva la firma de Andrea Riccardi y Matteo Zuppi, de la Comunidad de Sant'Egidio, de mons. Jaime Gonçalves, arzobispo de Beira, y de Mario Raffaelli del Gobierno italiano, junto a los dos representantes mozambiqueños, Armando Emilio Guebuza, de la FreLiMo, y Raul Manuel Domingos de la ReNaMo, abre las negociaciones en las que trabajaron intensamente durante dos años para la pacificación del país.
Con la paz empezaba para Mozambique una nueva etapa, una fase de desarrollo económico y social, pero también un tiempo de desafíos como la lucha contra el sida. En esta historia la Comunidad de Sant’Egidio siempre ha estado al lado del pueblo mozambiqueño para hacer frente a los desafíos. Hoy, en un momento en el que nuevas amenazas de violencia se ciernen sobre el norte del país, es más pertinente que nunca recordar el proceso de pacificación que se abría hace 30 años, y el valor de aquel "método" que permitió encontrar las vías de la unidad y devolver la paz al país.
DOSSIER
Mozambique y la Comunidad de Sant'Egidio (IT-EN-DE-FR) (actualizado a 2019)
EL LIBRO
Mozambico dalla guerra alla pace (R.Morozzo della Rocca)
TEXTO DEL PRIMER COMUNICADO CONJUNTO
Del 8 al 10 de julio de 1990, en la sede de la Comunidad de Sant’Egidio de Roma, se ha llevado a cabo un encuentro directo entre una delegación del Gobierno de la República popular de Mozambique, encabezada por Armando Emilio Guebuza, ministro de transportes y de comunicaciones, y una delegación de la RENAMO, encabezada por Raul Manuel Domingos, jefe del departamento de relaciones externas.
Mario Raffaelli, representante del Gobierno de la República Italiana, Andrea Riccardi y Matteo Zuppi, ambos de la Comunidad de Sant’Egidio, y Jaime Gonçalves, arzobispo de Beira, han participado en los encuentros en calidad de observadores.
Las dos delegaciones, reconociéndose como compatriotas y miembros de la gran familia mozambiqueña, han manifestado su satisfacción y gratitud por este encuentro directo, abierto y franco, el primero que se ha producido entre las dos partes.
Las dos partes han expresado interés y disponibilidad por hacer todo lo posible para impulsar una búsqueda constructiva que lleve a una paz duradera para su país y para su pueblo.
En aras del mayor interés de la nación mozambiqueña, las dos partes ha acordado dejar a un lado lo que las divide y centrarse, prioritariamente, en lo que las une, para establecer una base de trabajo común de modo que, en un espíritu de comprensión mutua, puedan entablar un diálogo para discutir sobre sus distintos puntos de vista.
Las dos delegaciones han confirmado su disponibilidad para dedicarse plenamente, en un espíritu de respeto y comprensión mutuos, a buscar una base de trabajo que permita poner fin a la guerra y crear las condiciones políticas, económicas y sociales necesarias para construir una paz duradera y normalizar la vida de todos los ciudadanos mozambiqueños.
Al finalizar las reuniones, las dos delegaciones han decidido reunirse nuevamente en su debido momento en Roma, en presencia de los mismos observadores. Han expresado satisfacción y agradecimiento por el espíritu de amistad y por la hospitalidad y el apoyo que han mostrado el Gobierno italiano y todos los que han contribuido a hacer posible este encuentro.
Sant’Egidio, Roma, 10 de julio de 1990.