Sant’Egidio –que estos días está presente con una delegación en Sudán del Sur– se alegra por este acuerdo entre el presidente, Salva Kiir Mayardit, y el líder de la oposición, Riek Machar, un acuerdo que abre el camino a la formación de un gobierno de unidad nacional, largamente esperado, y lo considera una manera de animar a continuar con más convicción el papel de mediador que tiene desde hace tiempo la Comunidad para llegar a la paz en aquel país, tras dolorosos años de guerra civil.
"Se trata –explica Paolo Impagliazzo– de un importante eslabón para reafirmar el camino hacia la paz y el definitivo cese de las hostilidades, decidido por todas las partes en lucha el pasado enero en Roma".
Precisamente en Sant’Egidio, gracias a la mediación de la Comunidad, se firmó el pasado 13 de enero la "Declaración de Roma", a la que se sumaron también los grupos de la oposición que se habían quedado fuera de los acuerdos de Adís Abeba de 2017, reuniendo así por primera vez a todas la facciones políticas del país.
El documento, resultado de un largo trabajo de mediación entre las partes, se basa en tres ejes: el compromiso por el cese de las hostilidades; el compromiso por discutir y valorar –junto a Sant’Egidio– mecanismos para resolver las divergencias; la garantía para las organizaciones humanitarias de poder operar en el país para ayudar a la población civil. Firmaron la Declaración los miembros de la delegación del gobierno central de Sudán del Sur, los representantes de los Movimientos de oposición sursudaneses que no se sumaron al acuerdo de paz revitalizado de 2018 en Adís Abeba (SSOMA) y los de la oposición que sí firmaron el acuerdo.
En la declaración final se había manifestado también el agradecimiento por lo que había hecho el papa Francisco con su llamamiento a dejar a un lado las diferencias y buscar lo que une, arrodillándose ante los líderes del país para implorarles la paz.
Posteriormente, a mediados de febrero, se celebró, también en Sant’Egidio, la primera ronda de negociaciones tras la Declaración de Roma. Participaron en las negociaciones unos cincuenta delegados en representación del gobierno del país africano, de todas las fuerzas políticas de la oposición (SSOMA, SPLM/IO, NDM, OPP, FDs) y de algunos observadores internacionales, como el IGAD, las Naciones Unidas y la Unión Europea. El encuentro, que fue posible gracias a la mediación de Sant’Egidio, sancionó la entrada del SSOMA, sigla que reúne a todos los movimientos de oposición que no se sumaron al acuerdo de paz de Adís Abeba de septiembre de 2018, en el mecanismo de verificación y supervisión del alto al fuego.
Las negociaciones continuarán las próximas semanas y abordarán la gobernancia y las causas principales del conflicto; la próxima ronda estará dedicada al encuentro entre los jefes militares que tendrán que transformar en operativas las decisiones tomadas en relación al alto al fuego y se celebrará el mes de marzo. Para favorecer los próximos encuentros entre las partes –que tendrán lugar nuevamente en Roma– una delegación de la Comunidad de Sant’Egidio está estos días en Juba.