El Día mundial del refugiado, que se celebra el 20 de junio, la Comunidad de Sant’Egidio invita a todo el mundo a participar en la vigilia de oración "Morir de esperanza", organizada junto a otras asociaciones que trabajan por la acogida y la integración de las personas que han huido de la guerra o de situaciones insoportables en sus países.
En Roma, en la basílica de Santa María de Trastevere, y también –hoy y los próximos días - en otras ciudades, se recordarán las más de 38 mil personas que desde 1988 han muerto en el mar Mediterráneo o en las otras rutas por tierra de la inmigración hacia Europa. Se trata de un balance demasiado duro para considerarlo, como sucede a menudo, como una estadística más. En realidad es una tragedia humana que hay que recordar y para la que hay que pedir el debido respeto pensando también en todos aquellos –millones– que en estos momentos están en los numerosos campos de refugiados que hay en el mundo a la espera de conocer su suerte.
Durante la vigilia de Santa María de Trastevere, que se celebrará a las 18.00 h y estará presidida por el cardenal Kevin Joseph Farrell, prefecto del dicasterio vaticano para los laicos, la familia y la vida, se recordarán algunos nombres de personas que han muerto y se encenderán velas para recordarlos. Participarán también numerosos inmigrantes de distintos orígenes así como familiares y amigos de personas que han perdido la vida en el mar.
A partir de las 17.30 h, en el pórtico de Santa María de Trastevere, se mostrarán algunas propuestas sobre la inmigración como la necesidad de nuevos corredores humanitarios (modelo que funciona y que ha permitido llegar a Europa a más de 2500 personas), más esfuerzos de reasentamiento en los países donde están actualmente los refugiados y vías legales de entrada también por motivos laborales.
