La muerte de niños en el mar Egeo es inaceptable. Se hundieron junto a tres adultos que les acompañaban, en el enésimo viaje de la esperanza que terminó en tragedia. Europa debe dejar atrás sus divisiones estériles y hacer frente al fenómeno de la inmigración con una política que combine humanidad y seguridad. 35 cuerpos más han sido encontrados en las últimas horas en zonas que llegan incluso a la costa tunecina. Se espera que el balance final sea superior.
Como Comunidad de Sant’Egidio pedimos con fuerza que, en primer lugar, se respecte el valor de la vida y se haga todo lo posible para salvar a quien está en peligro. Y también que se alcancen acuerdos que no estén condicionados por el miedo, que se extienda el modelo de los corredores humanitarios para quienes huyen de la guerra, y se permita entrar de manera regular por motivos de trabajo como piden desde hace tiempo familias y empresas. Porque, si se quiere realmente combatir a traficantes de personas, hay que aplicar soluciones concretas que salven las vidas humanas y fomenten la integración.
Debe salvar de los traficantes a quien está en peligro, aplicar el modelo de los corredores humanitarios para quien huye de la guerra y debatir sobre las entradas regulares