Ayer el Parlamento de Burkina Faso aprobó por amplia mayoría (83 de 125 diputados) una revisión del código de derecho penal que prevé la abolición de la pena de muerte.
La Comunidad de Sant’Egidio, que ha ayudado intensamente el camino de esta país del África occidental hacia este importante momento, manifiesta una gran satisfacción. Es una decisión que hace crecer la democracia y los derechos humanos en un continente donde en los últimos años ha aumentado de manera significativa el número de Estados abolicionistas de iure o de facto.
Frente a la violencia, las guerras y el terrorismo, que todavía asolan no pocas partes de África, esta es una victoria de humanidad que va de la mano del urgente y necesario trabajo por la paz y el desarrollo.
"Es una victoria de humanidad que hace que en África crezcan la democracia y los derechos humanos"