Cientos de personas llenaron la plaza principal de Neukölln, barrio multiétnico de Berlín con la manifestación "No more walls", muros nunca más, organizada por los Jóvenes por la Paz de la Comunidad de Sant'Egidio el pasado 15 de julio.
La idea de los jóvenes fue ofrecer un espacio de fiesta y encuentro abierto a todos los habitantes de la capital alemana: desde las periferias hasta el centro, personas de todas las edades y de varias nacionalidades participaron en esta fiesta de la convivencia, rechazando la lógica del miedo y de los muros que en estos últimos tiempos se está abriendo camino en Europa.
Grupos de música alemanes, músicos sirios, niños, ancianos y refugiados se alternaron en el escenario entre exposiciones y testimonios, como el de Somaye, una joven afgana que vive en el campo de refugiados de Hohenschönhausen y que va a la Escuela de la Paz de Sant'Egidio: "Afganistán sería un país muy hermoso, pero hay guerra. Siempre ha habido guerra. O al menos, yo no recuerdo un tiempo en el que hubiera paz en Afganistán".
Fue emocionante el testimonio de Mohammed y George –uno musulmán y el otro cristiano–, que en Alepo tocaban juntos en un grupo de música y que se volvieron a encontrar en Berlín, donde finalmente han vuelto a estar juntos. La música también puede ayudar a construir puentes.
Historias de fuga de la guerra, de integración en Alemania, de amistad con los ancianos y los pobres, historias de puentes: desde Neukölln los jóvenes lanzaron un mensaje: ellos que son el futuro de Europa quieren construir puentes, y no muros.