En Malaui se reúnen las Comunidades de Sant'Egidio con Andrea Riccardi para hacer frente juntos a los desafíos de comunicar el Evangelio

en una sociedad que cambia y se urbaniza. Se empieza por las periferias, como en la parroquia de San Vicente de Paúl...

Ha terminado en Blantyre (Malaui) el Congreso de algunos representantes de las Comunidades de Sant'Egidio de Malaui, de Zambia y de Zimbabue, que llevaba por título: "El amor une, construye y da amistad", que ha contado con la presencia de Andrea Riccardi.

Durante los tres días del encuentro han reflexionado sobre el futuro de la Comunidad tras la reciente muerte de Elard Alumando, responsable de las Comunidades de Malaui, que soñó en el renacimiento de Malaui empezando por los jóvenesd el país. Muchos lo han recordado con cariño y emoción.

El desafío de comunicar el Evangelio, en un país que se urbaniza cada vez más, y donde es cada vez más fuerte la presencia de propuestas religiosas de grupos y sectas que se centran en el éxito, ha sido el tema principal de la reflexión de estos días.

El domingo 10 de julio una gran asamblea de todas las Comunidades de Sant'Egidio de Blantyre recibió a Andrea Riccardi para escuchar sus palabras de aliento y para recibir la invitación a abrirse con valentía a la ciudad y a sus complejas periferias.


Fue especialmente festiva la visita de Andrea Riccardi a la parroquia de San Vicente de Paúl, donde desde diciembre de 2014 es párroco Ernest Kafunsa, con la ayuda de Frank Gumbwa, ambos de la Fraternidad sacerdotal de Sant'Egidio.

La parroquia está en el barrio de Mpemba, en la periferia de Blantyre. Los dos jóvenes sacerdotes están con la gente del barrio. Y los frutos se ven: durante el encuentro que se hizo en la iglesia, muchos hablaron para explicar que en el barrio, en los últimos tiempos, muchas personas se han acercado a la parroquia, hasta el punto de que las dos liturgias del domingo están siempre llenísimas. Es un signo concreto de que optar por las periferias hace renacer a la Iglesia
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