“Beira resucitará” es el titulo del articulo que hoy se publica en el Diario de Mozambique. El autor, Nelson Moda, de la Comunidad de Sant’Egidio de Beira está comprometido en la ayuda a las víctimas del ciclón Idai desde las primeras horas después de la catástrofe, y hoy sigue desde cerca el desarrollo de la campaña intensa de ayuda que está proporcionando Sant’Egidio. Publicamos aquí algunos fragmentos (texto integral en portugués).
El titulo del articulo es la afirmación pascual que nace de la escucha de las palabras amigas de Andrea Riccardi, hermano mayor, amigo atento y nunca pesimista. Un mozambiqueño (y ciudadano honorario) que nos anima, desde los momentos mas difíciles de la guerra en Mozambique, con la esperanza que todo puede cambiar..
Después del ciclon Idai, en Beira quedan lágrimas, desesperación, abandono, solitud, indiferencia y un empeoramiento del pesimismo. Por una parte el ciclón ha desecho el tejido estructural y humano de la ciudad, y por otra parte, ha puesto a prueba la solidaridad (inseparable de la espiritualidad).
El mundo entero en nombre de la solidaridad ha conocido Beira. En aquella noche oscura del 14 de marzo, Beira fue la ciudad que mas invocó el nombre santo de Dios en todo el mundo. También yo lo he invocado como nunca..
Frente a una destrucción tan grande, a los ojos de muchos, parece que la ciudad se haya acabado para siempre. Además, muchos dicen que Idai fue un castigo de Dios. No, Dios tiene infinita misericordia para sus hijos. Es justamente delante de un escenario satánico como éste (creado por el Señor del Mal) que Dios se revela potente.
Nuestra vida hoy, nuestra esperanza, nuestro resurgir, los hombres y mujeres que día y noche nos ayudan, la solidaridad que es fuerte, hoy son signos inequívocos de que Dios no nos abandona, y por este motivo, Beira resucitará. Y la resurrección "no es obra de los hombres", sino "la máxima expresión de la misericordia de Dios que no abandona a su pueblo." Es necesario saber esperar, hay una necesidad de una solidaridad aún más fuerte..
Del ciclón Idai aprendemos cuán frágil es la vida. Aprendemos a ser mas solidarios con los otros. Confirmamos que nadie es tan pobre como para no poder ayudar a otro aún mas pobre. Ha soplado un viento de solidaridad en las familias, entre los cercanos, que han abierto las puertas de sus casas para acoger a quien había perdido la suya.
Beira es victima de uno de los mayores desastres ambientales. Desde aquí aprendemos la importancia de cuidar el medio ambiente, y tener la certeza de que la ciudad es de todos y que cada uno tiene la responsabilidad de cuidarla y hacerla mejor.
Por eso es urgente abandonar el pesimismo. Todos juntos podemos, sin egoísmo, reconstruir Beira.
Nelson Moda
Para unirse a la colecta de fondos y participar en la reconstrucción de Beira