La situación de los niños en Guinea-Bissau siempre ha sido muy difícil. En aquel pequeño país del África occidental, ni siquiera nacer es algo seguro. El porcentaje de de mortalidad infantil es muy elevado. Las estadísticas dicen que hay 94,4 muertos por cada 1000 nacimientos. Las condiciones de vida y de crecimiento de los niños son difíciles por varios motivos: el primero es el agua no potable, que es un peligro para la preparación de las comidas.
Tampoco la educación es un bien disponible para todos: no hay escuelas que respondan a la necesidad de todos los niños. Por la gran crisis que sufre el país, los maestros no cobran regularmente su sueldo y las huelgas son frecuentes. Las escuelas públicas han reabierto hace poco, después de tres años de estar cerradas.
Las Escuelas de la Paz de Sant’Egidio en Guinea Bissau son unos de los poquísimos centros educativos totalmente gratuitos. Acogen a niños de varios grupos étnicos y de varias religiones, que aprenden a vivir con los demás rechazando la violencia. Al mismo tiempo, las escuelas de la paz ofrecen un apoyo escolar diario a los niños.
El 1 de junio en todo el mundo se celebró el Día Internacional del Niño instituido en 1925 durante la Conferencia Mundial sobre el Bienestar de los Niños en Ginebra (Suiza).
Pero los niños de Guinea Bissau, sobre todo los que van a las escuelas públicas,ni siquiera lo saben. Por eso la Comunidad ha decidido celebrar este Día de manera especial, coincidiendo con la celebración del Cincuenta aniversario de Sant’Egidio, para incluir a los niños excluidos.
La celebración empezó con una comida en la casa de Sant’Egidio de Bissau, y continuó con una tarde emocionante: los niños de la Escuela de la Paz, con sus actividades culturales, se convirtieron por un día en protagonistas de un reportaje televisivo ("Brincar na TGB") de la única cadena de TV de Guinea.