En dos días de coloquios en Kuala Lumpur, los representantes del Gobierno filipino y del FMLI han renovado su compromiso con la aplicación del proceso de paz a partir de lo que establece el texto del acuerdo global, firmado en Malacañan el 27 de marzo de 2014, un giro histórico para la construcción de la paz. En realidad todos los aspectos (normalización, desarrollo socio-económico, etc.) se podría aplicar, mientras que el acto final necesita la aprobación del Parlamento filipino de la BBL, la "constitución" de la región de Bangsamoro.
En el marco de los trabajos, los miembros del grupo de contacto internacional han mostrado su compromiso con el proceso de paz. Entre ellos, Alberto Quattrucci, en nombre de la Comunidad de Sant'Egidio, declaró: "Es necesario ampliar el trabajo común, necesitamos involucrar a un número cada vez mayor de actores, a nivel internacional y local, que puedan ser auténticos impulsores de la paz ... la Comunidad de Sant'Egidio continuará y reforzará su compromiso en la promoción de encuentros y conferencias a nivel internacional y local, que puedan recoger todas las energías de paz... querría destacar, en este espíritu, la importancia y la original aportación al proceso de paz que hacen las religiones... el diálogo interreligioso promueve una mayor confianza, la superación de las barreras, una mayor familiaridad, mayor aprecio por el otro".