Apreciado usuario,
hoy te explicamos dos historias: la de la Italia más hermosa y la de los niños que la aman.
Hey "Judd", don’t be afraid
Judd tiene cinco meses, mira a su alrededor con la sonrisa de quien parece feliz y se siente seguro. No está solo: tiene con él a su madre y a su padre. Juegan con tres globos de colores, uno rojo, otro verde y otro blanco, en el que está escrito "Viva Italia". Huyeron de la guerra y del sufrimiento de Siria y aterrizaron en Roma a salvo gracias a los corredores humanitarios, donde finalmente podían dejar atrás el miedo al futuro. Judd sonríe a todos, está feliz. Pero su madre y su padre lo están más. Los corredores humanitarios de la Comunidad han salvado a más de 1500 personas en los dos últimos años. La mayoría eran niños. Así es Italia, así somos los italianos: capaces de hacer sonreír y de dar esperanza.
La sonrisa de Judd es nuestra: es una sonrisa Made in Italy.
Remember to let her into your heart
Abiya tiene un año y medio. Le gustaría sonreír por toda la felicidad que siente, y lo hace con gran esfuerzo: una malformación cardiaca le dificulta la respiración y también caminar. Así, con mucha delicadeza, mueve las manos y aplaude con sus largos dedos de pianista. Su padre, con quien ha viajado en avión desde Etiopía, la abraza tiernamente. También él sonríe y está emocionado, mientras ella canta las notas de Fra Martino Campanaro. Lee la noticia
Hoy Abiya está en el hospital Niño Jesús para tratar su pequeño corazón, mientras ya ha curado y abierto el nuestro.
Then You begin to make it better
Es la Italia más hermosa, sin rabia ni miedo: los italianos que quieren proteger, no protegerse. Hay italianos que no están preocupados por ellos mismos, sino por los demás. En nuestro país hay problemas, lo sabemos. Pero quien viene de la guerra tiene problemas más graves que los nuestros. Gracias, queridos amigos, por todo el apoyo, la simpatía y la amistad con las que habéis acompañado y continuáis acompañando este proyecto, un sueño de humanidad que se hace realidad día a día.
Los corredores humanitarios son una luz de esperanza. Ayúdanos a mantener encendida esta luz, juntos iluminaremos el mundo.
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