ESCUELAS DE LA PAZ

Las Escuelas de la Paz son centros totalmente gratuitos que se caracterizan por ser un entorno familiar que ayuda al niño en su itinerario escolar, que ayuda a la familia en sus responsabilidades, que propone un modelo educativo abierto a los demás, solidario con los más desfavorecidos y que es capaz de superar barreras y discriminaciones.

Allí los niños tienen a alguien que, de manera voluntaria, les acompaña en su itinerario educativo. 

Las escuelas de la paz suelen realizar sus actividades varias veces a la semana. Visitas, excursiones, fiestas y vacaciones veraniegas forman parte de su programa. Cada año en todo el mundo más de 70.000 niños y adolescentes van regularmente a las Escuelas de la Paz en Europa, América Latina, Asia y África.
Muchos de ellos son fácilmente tildados de niños “en situación de riesgo”. Y, efectivamente, corren muchos riesgos: el de caer en desgracia, el de la marginación social, el del fracaso y el abandono escolar, y también el riesgo del analfabetismo, del trabajo precoz y de la separación y a veces el abandono de la familia. La fragilidad del contexto social y familiar del niño en muchos casos no le permitiría superar indemne estos obstáculos.

Ahí entra el trabajo de las escuelas de la paz, un apoyo firme y fiel al crecimiento del niño, un enfoque “holístico”, que se desarrolla en distintos planos y que tiene como objetivos:

- lograr que los niños alcancen el nivel escolar que les corresponde
- prevenir comportamientos inadecuados
- fomentar la socialización
- inserir a menores con problemas especiales (discapacidades, problemas de comportamiento...)
- integrar a menores de distintos universos culturales
- enseñar hábitos sanitarios (prevención de accidentes, educación alimentaria, higiene...)
- brindar apoyo afectivo
- ofrecer educación religiosa
- educar en la solidaridad y en la mundialidad
- educar en la paz
- complementar la alimentación (en los casos que sea necesario)

Con el paso de los años la Comunidad de Sant'Egidio se ha difundido por Italia, Europa y el mundo. El nacimiento de una nueva Comunidad en muchos casos ha ido acompañado del servicio a los niños. En todos los contextos, por diferentes que sean, el servicio a los niños se caracteriza siempre por la atención a cada niño y a sus necesidades, a través de una relación cariñosa y de amistad.  
 

 

 

 

 

Un libro para escuchar la voz de miles de niños del mundo global. Sus preguntas, sus deseos, sus logros, sus ganas de futuro. Una herramienta para dar respuestas y recibir un mensaje. La cultura del diálogo y del encuentro es necesaria: educar en la paz es una gran inversión de futuro, porque aprender a vivir juntos, en paz, en los horizontes del mundo es un proceso largo y laborioso.