En Uganda, en el populoso barrio de Katwe de Kampala, la Comunidad de Sant’Egidio organizó inmediatamente después de la Pascua un campo médico especialmente para niños y mujeres. Más de 200 han podido recibir asistencia médica gratuita.
En Katwe la Comunidad tiene una Escuela de la Paz donde los niños ―que a menudo se ven obligados a pedir limosna durante la semana― pueden volver a vivir una infancia “normal”, estudiando y jugando como los demás.
El campo médico ―que Sant’Egidio, con la colaboración de algunos voluntarios, intenta abrir con regularidad― no pretende sustituir el sistema sanitario sino que lleva a este barrio pobre y marginal tratamientos médicos básicos a personas que normalmente no pueden acceder a la asistencia sanitaria.
El campo médico ―que Sant’Egidio, con la colaboración de algunos voluntarios, intenta abrir con regularidad― no pretende sustituir el sistema sanitario sino que lleva a este barrio pobre y marginal tratamientos médicos básicos a personas que normalmente no pueden acceder a la asistencia sanitaria.
Los niños, junto a sus madres, son los principales beneficiarios. Muchos de ellos sufren malnutrición, que tiene graves consecuencias para su salud y su crecimiento. Una enfermedad banal como un resfriado puede tener efectos muy graves, sobre todo para los más pequeños, los niños de entre seis meses y dos años.
Para las madres, el campo médico también es la ocasión de pedir consejos, de recibir ayuda para proteger la vida de los más pequeños. Todavía queda mucho por hacer, pero saber que la presencia de la Comunidad no es solo algo puntual sino una historia de amistad es motivo de esperanza. Como dijo una de las madres que ha recibido asistencia: “Sant’Egidio nos ha enseñado el significado de la palabra fidelidad”.
Para las madres, el campo médico también es la ocasión de pedir consejos, de recibir ayuda para proteger la vida de los más pequeños. Todavía queda mucho por hacer, pero saber que la presencia de la Comunidad no es solo algo puntual sino una historia de amistad es motivo de esperanza. Como dijo una de las madres que ha recibido asistencia: “Sant’Egidio nos ha enseñado el significado de la palabra fidelidad”.