Ucrania ha entrado en el tercer año de guerra con un trágico balance de víctimas que alcanza cifras impresionantes (el gobierno ucraniano habla de 31.000 hombres muertos en combate). Ante esta situación la Comunidad ha querido hacer un gesto de afecto y de ayuda a las mujeres que han perdido a sus seres queridos.
Por eso ha enviado ayuda a las viudas y a las madres que han perdido a sus hijos en las zonas del frente como Kramatorsk, en la región de Donetsc, Pervomaiske y Járkov. A las que han tenido que desplazarse a las zonas más próximas a Leópolis las han invitado a ir al centro de la Comunidad para conocerlas personalmente.
Llegaron en autobuses, juntas, como animándose unas a otras. El día que pasaron en el centro de Sant’Egidio no solo recibieron ayuda sino que encontraron a alguien que las escuchaba y que comprendía su dolor. Fue un momento de profunda emoción tanto para las mujeres acogidas como para la Comunidad que les abrió los brazos. También entre las mujeres de Sant’Egidio que son voluntarias en los centros de ayuda de la Comunidad, muchas son desplazadas, y algunas tienen a su esposo o a algún hijo en el frente. Pero han encontrado fuerzas y energías para contener todo su dolor y transfigurarlo en alegría, gratitud y emoción. Algunas dicen que sentir que no las olvidan ha reavivado su esperanza. Y realmente, en este tiempo aciago, Sant’Egidio en Ucrania sigue manteniendo viva la esperanza con la oración, la solidaridad y la acogida.