El 15 de marzo de 2011 empezaba la guerra de Siria, un conflicto que ha provocado millones de refugiados, miles de desaparecidos y un número indeterminado de muertos, destrucción e ingente sufrimiento a toda la población, especialmente a los más vulnerables, como los niños, las mujeres y las personas ancianas.
Transcurridos ya 13 años, el conflicto prosigue con su carga de destrucción, pero con el silencio de los medios de comunicación.
La crisis humanitaria empeora cada vez más. El terremoto del 6 de febrero del año pasado agravó aún más la situación, e hizo que muchas zonas del norte de Siria quedaran en una situación aún más vulnerable y que los recursos de los centros de acogida sufrieran un duro golpe.
En estos años la Comunidad ha estado siempre con el pueblo sirio acogiendo a miles de refugiados con los corredores humanitarios. No queremos que el pueblo sirio caiga en el olvido. Mantengamos viva la atención sobre esta grave crisis humanitaria. Sigamos pidiendo la paz para Siria y para todos los países del mundo que sufren por la guerra.
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