Los niños en África siguen siendo la franja de población que tiene menos acceso a la asistencia sanitaria.La malnutrición, el VIH/sida, la tuberculosis, la malaria y la falta de higiene contribuyen de manera significativa a mantener los niveles de mortalidad infantil del continente.El Programa DREAM siempre ha considerado que la asistencia pediátrica es un elemento de extrema importancia: es una inversión para el futuro de África.
En este contexto, nace la voluntad de seguir protegiendo y ayudando a los niños que, salvados del sida y otras enfermedades, están empezando a ir a la escuela. En los barrios más pobres, en las afueras de las ciudades, los niños tienen dificultades para ir a la escuela, con turnos dobles o triples, mientras que en las zonas rurales no es raro encontrar todavía escuelas de hasta 80 niños a la vez, que siguen las clases a la sombra de un gran árbol. Y si un niño tiene problemas de visión, es prácticamente imposible que siga las lecciones, se queda atrás y a menudo ni siquiera
aprende a leer y escribir. Se quedan al margen, con graves consecuencias para su desarrollo y su futuro.
Por eso, la existencia de un primer centro óptico cerca de Maputo, la capital de Mozambique, en una zona en la que el Programa DREAM ha estado presente desde su creación en 2002, representa una atención y una ayuda a la generación que está creciendo y a la que queremos dar
no solo la salud, sino también las herramientas para crecer bien.
Hoy, junto al ambulatorio de visitas y de control de la vista, todo estrictamente gratuito, también se abre el primer taller de gafas a medida para niños del programa DREAM y sus centros de nutrición.
Gracias a la combinación de diversas e importantes donaciones (unos han donado las herramientas para fabricar las gafas, otros los cristales, otros las monturas y otros han colaborado en la instalación «a distancia» con gran profesionalidad), hoy los niños de la zona podrán disponer de sus tan necesitadas gafas.
Muchos, cuando les prescriben gafas, al no poder comprarlas, renuncian a ellas. Además, hay muy pocos centros capaces de fabricar gafas a medida y están en los barrios céntricos de la capital.
A partir de hoy, en cambio, quienes necesiten gafas las tendrán, y con gran sorpresa, ¡de forma gratuita!
De la voluntad de dar algo y de la capacidad de trabajar juntos, nace una gran respuesta a la necesidad de los frágiles y una gran ayuda que llega muy lejos.