En los últimos días, Andrea Riccardi visitó Albania, donde tuvo la oportunidad de encontrarse con su beatitud Anastasios, arzobispo ortodoxo de Tirana y primado de Albania. Es un amigo desde hace tiempo que ha participado varias veces en los encuentros de Oración por la Paz en el Espíritu de Asís promovidos por la Comunidad y que ha contribuido decisivamente al renacimiento de la vida cristiana en Albania después de los años de la dictadura.
Durante una larga y afectuosa conversación, en la que compartieron la preocupación por el regreso de la guerra en Europa y las dificultades del diálogo entre creyentes y cristianos en particular, Anastasios reiteró su deseo de seguir trabajando juntos por la unidad y la comunión entre las Iglesias.
La visita también fue una oportunidad para volver a ver a los amigos de las casas familia para enfermos mentales de Tirana y Kavaje.
Fue una ocasión especialmente festiva, ya que era la primera visita tras el largo cierre debido a la pandemia. «El ambiente familiar y alegre de las 'casas rojas' ayuda a mantenerse joven», dijo Andrea Riccardi, quien destacó que estas experiencias de covivienda, que funcionan desde hace ya muchos años y han podido acoger a un número cada vez mayor de personas, son «una reserva de humanidad y un modelo de acogida para los más frágiles».
