Una delegación de Sant'Egidio, procedente de diferentes ciudades italianas, participó el sábado 6 de agosto en Civitanova Marche en la manifestación de solidaridad con la familia de Alika, asesinado brutalmente el 29 de julio, y con la comunidad nigeriana de Italia.
«Frente al mal, frente al odio, a la violencia —dijo al final de la procesión Charles Ezeji, diácono nigeriano de Sant'Egidio, en representación de toda la Comunidad— no queremos ser espectadores como si estuviéramos delante de una película. La indiferencia ante el mal deja un camino abierto, una luz verde para la violencia contra los débiles que luego se desata contra todos nosotros.
Que esta trágica muerte de nuestro hermano Alika sea el último de estos casos violentos, y que crezca en nosotros el deseo por una sociedad más humana y solidaria. Hoy somos muchos aquí para decir esto con nuestra presencia y nuestras palabras. Sí al encuentro, al conocimiento, al respeto, a la amistad. No a la distancia, al desprecio y a la violencia. Recemos por la familia de Alika para que el Señor la consuele del dolor y la proteja con su amor».
La delegación de la Comunidad también transmitió sus condolencias a Charity, la esposa de Alika, y depositó flores en el lugar del brutal ataque de hace unos días, donde muchos siguen llevando su homenaje con escritos y oraciones.