La primera etapa de la visita de Andrea Riccardi a Malawi, donde se reunirá con las Comunidades de Sant'Egidio, fue la "casa de las niñas" en Blantyre.
Inaugurado hace 6 meses, el centro acoge a niñas de entre 12 y 14 años que vivían en la calle, abandonadas y a veces vendidas por traficantes o por sus propias familias, empujadas por la pobreza y por lo tanto abusadas y explotadas.
El fenómeno de las niñas de la calle va en aumento en Malawi. La Comisión Gubernamental de Derechos Humanos ha denunciado un aumento del tráfico de niños en los últimos 3 meses. El fenómeno está relacionado con la crisis económica agravada por la guerra en Ucrania que provocó un aumento adicional del costo de vida. Una tragedia de enormes proporciones en un país ya de por sí pobre: Naciones Unidas estima que en el próximo año, de 19 millones de habitantes, unos 9 están en riesgo de hambruna.
Sant’Egidio lleva años atendiendo a los niños de la calle, repartiendo alimentos, ofreciéndoles la posibilidad de duchas y atención médica, ocupándose de su inserción escolar o formación profesional. En la casa recién inaugurada, que acogerá a 16 niñas, las invitadas están todas matriculadas en la escuela, primera etapa de integración al contexto social.
Durante la visita, Andrea Riccardi se detuvo un largo rato para conversar con las jóvenes huéspedes y con los que ayudan en la casa, escuchó sus relatos y expresó la alegría y la esperanza que deposita en ellos la Comunidad, que se han convertido en madre y familia para cada una de ellas.