Cuando ya han pasado más de 100 días desde que empezó la guerra en Ucrania, Sant’Egidio, en todo el mundo, no deja de rezar para que cese el conflicto y se recupere el diálogo. En la ciudad de Leópolis estos días se han reunido las personas de la Comunidad para invocar con fuerza el don de la paz en Ucrania y en todos los lugares donde hay violencia y guerra.
Cada uno de nosotros tiene un talento. "¿Acaso se trae la lámpara para ponerla debajo del celemín o debajo del lecho? ¿No es para colocarla en el candelero?" (Mc 4,21). En el Evangelio de Marcos el Señor habla de los talentos que tenemos cada uno de nosotros, carismas que pueden servir a los demás. Puede ser el talento de una palabra amable, de la oración o del razonamiento, el talento del amor o de la compasión. No podemos ocultarlos, no podemos pensar que no hay que utilizarlos para ayudar a los necesitados. Estos, como una vela, deben ponerse sobre el altar, como una luz para llevar a los demás, porque incluso el talento más pequeño trae beneficio y alegría.