En los últimos días, Madagascar, Mozambique y Malawi han sido duramente golpeados por el ciclón Ana. Decenas de miles de casas han resultado dañadas o se han derrumbado debido a las fuertes lluvias, con los habitantes atrapados entre los escombros. Los puentes fueron arrastrados por la crecida de los ríos (ver video), mientras que el ganado se ahogó y los campos quedaron sumergidos, causando pérdidas de cultivos. En el norte y centro de Mozambique, Ana destruyó 10.000 viviendas, decenas de escuelas y hospitales, provocando cortes de electricidad.
Debido a la crecida del río Rovubue que atraviesa la ciudad de Tete, las familias se han visto nuevamente obligadas a abandonar sus hogares y buscar un lugar seguro donde refugiarse.
A toda prisa, se habilitó un centro de acogida en la Escuela Industrial de Matundo y la Comunidad de Sant'Egidio de Tete está ayudando, junto con otras asociaciones, en la recepción, distribución de alimentos y logística.
Sin embargo, sigue habiendo una fuerte preocupación, porque si bien en algunas zonas sigue lloviendo, ahora los ojos están puestos en una nueva tormenta tropical que se avecina, se llama Batsirai y actualmente todavía se encuentra en el Océano Índico abierto, aunque en los próximos días se moverá hacia el oeste. También hay alerta en Mozambique, puesto que podría entrar en el Canal de Mozambique y golpear las costas del norte del país.