En Varsovia, el invierno es largo y frío, con temperaturas que suelen caer a -10 grados por la noche.
Particularmente difícil es la situación de las personas sin hogar, hasta el punto de que en toda Polonia, desde principios de invierno, 35 personas han muerto de hipotermia.
En la capital, dos días a la semana, la Comunidad de Sant'Egidio distribuye sopa caliente, bocadillos y dulces a unas 400 personas en muchos lugares del centro y en las afueras de Varsovia: en las estaciones, pero también en casas en ruinas, chabolas o caravanas. En invierno, además de comestibles, también se distribuyen estufas y bombonas de gas para sobrevivir a las noches heladas.
La solidaridad con las personas sin hogar, afortunadamente, también es contagiosa: en los meses de invierno hay muchas personas, especialmente jóvenes, que se unen a la Comunidad para llevar ese alivio, que en el duro clima de Varsovia, a quienes viven en las calles, les calienta el corazón y les salva la vida.