La Comunidad de Sant'Egidio de Mönchengladbach está ubicada en uno de los Länder alemanes más afectados por las inundaciones, Renania del Norte-Westfalia. Hasta la fecha hay 46 víctimas en el Land más poblado de Alemania y la devastación es grande. Muchos han perdido sus hogares o negocios. En particular, en algunas áreas del Bajo Rin, Eifel y en el área de Aquisgrán. Se trata de pequeños pueblos, de los que proceden algunos amigos de la comunidad, con los que hemos logrado establecer contacto en estos últimos días, aunque sea por teléfono. De hecho, las rutas de acceso siguen bloqueadas. Eifel, una zona muy bonita que es destino habitual de vacaciones, ha quedado afectada. Allí, los niños de la escuela de la Paz de Mönchengladbach han sido bien recibidos años atrás durante el verano, acogidos en parroquias y algunas congregaciones religiosas con las que han establecido una amistad. Hoy en día, muchas de estas personas se encuentran en dificultad. Después de varios días intentándolo, fue posible finalmente establecer al menos un contacto telefónico, a la espera de ir pronto a los lugares del desastre. Mientras tanto, los niños de la Escuela de la Paz, como muestra de solidaridad, están recogiendo ropa, alimentos, juguetes y artículos de higiene personal para expresar su afecto a quienes los han acogido durante tantos años. Entre los que preparan las ayudas hay algunos refugiados sirios, que llegaron a Alemania en 2015 y ahora son de la Comunidad. Ala, una mujer siria, dijo: "Nosotros también hemos pasado grandes dificultades y ahora somos felices ayudando". La experiencia del sufrimiento vivido, de hecho, enseña que solo podemos salvarnos juntos y debemos permanecer unidos. "Porque todos estamos en el mismo barco", dijo Bangin sobre Siria. Una joven alemana se sorprendió al ver tanto compromiso: "No pensé que habría esta solidaridad".
Los Jóvenes por la Paz también se han encargado de clasificar y empaquetar las donaciones. Pudimos enviar ya una ayuda. "Disfrutamos haciéndolo", ha dicho Lara, de 18 años, "es bueno hacer algo por los demás y no podemos dejar a las personas solas". En cuanto se abran las calles podremos entregar el resto de las ayudas preparadas personalmente y visitar a los ancianos y las familias afectadas para organizar otras colectas y ayudas en la reconstrucción.