Han pasado 45 años desde los enfrentamientos de Soweto, fue el 16 de junio de 1976 cuando la tristemente famosa barriada en las afueras de Johannesburgo fue escenario, durante diez días, de violentos enfrentamientos. En estos, se produjo la muerte de cientos de estudiantes que salieron a las calles a protestar contra la mala calidad de la enseñanza para los negros bajo el régimen del apartheid. Desde 1991, con la celebración del Día del Niño Africano, se recuerda el sacrificio de esos jóvenes. Pero incluso hoy, en África, el estudio de millones de niños sigue siendo un derecho denegado.
Centros nutricionales en Mozambique
Quienes llevan años trabajando junto a los niños en el continente africano son testigos de esta dramática realidad. Como la Comunidad de Sant'Egidio, presente en 26 países africanos, entre ellos Mozambique, país piloto de muchos proyectos. Como el programa DREAM, programa de salud nacido para el tratamiento y prevención del SIDA en África y también comprometido en la lucha contra la desnutrición infantil, con diversos centros nutricionales. En Mozambique hay dos centros muy grandes, uno en Matola, en las afueras de la capital Maputo, y otro en Beira, la segunda ciudad del país, devastada en 2019 por el ciclón Idai y, a principios de este año, por otro ciclón, Eloise. En las últimas semanas Gianna Iasilli ha estado junto a los niños de Beira, y cuenta a Vatican News acerca del apoyo a estos niños que son acogidos en los centros nutricionales desde muy pequeños. Con tan solo 3-4 años, son acogidos y reciben una comida caliente y nutritiva, encontrándose en un entorno protegido, porque estos centros -como el reabierto en los últimos días- no son solo comedores, sino también lugares de asistencia diaria con actividades educativas, de entretenimiento y de apoyo a las familias (continuar leyendo en Noticias del Vaticano (IT)).
Se ha reabierto el espacio para niños de la comunidad de Sant’Egidio en la ciudad africana. Tras el largo confinamiento impuesto por la pandemia de Covid-19, los más pequeños se encuentran nuevament. Gianna Iasilli: "Impresionan sus ganas de estudiar, tener un cuaderno y un bolígrafo"