En este tiempo marcado por la pandemia, comienza una Cuaresma en la que se debe cuidar de forma particular a quienes sufren las consecuencias de una crisis global. La Comunidad de Sant'Egidio en Perú sigue la invitación del Papa Francisco a vivir una Cuaresma de caridad y en Lima, como ocurre en muchas partes del mundo, continúa la distribución de comidas a los "amigos de la calle", los sin techo. El reparto de bocadillos, frutas y bebidas en las calles del barrio de Montserrate se convierte en un lugar de reencuentro de la amistad, un #PuenteSolidario que no hace perder el contacto cuando las distancias por el virus corren el riesgo de disolver vínculos y aislar a quienes piden ayuda.