Una carga de ayuda humanitaria gestionada por la Comunidad de Sant'Egidio, en colaboración con el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional, ha llegado en los últimos días a Juba, capital de Sudán del Sur. El material ha llegado a través de un vuelo organizado gracias a la iniciativa “Transporte aéreo humanitario” de la Unión Europea.
La ayuda (alimentos, mascarillas, gel desinfectante y jabón para la prevención del coronavirus) está destinada a los refugiados que han tenido que abandonar sus aldeas debido a los recientes enfrentamientos violentos en diferentes regiones del país. En esta situación los civiles, en particular las mujeres, los ancianos y los niños, son los que pagan el precio más alto por los enfrentamientos entre grupos armados. Muchos de ellos se ven obligados a vivir bajo los árboles en medio de la temporada de lluvias.
En un país sin instalaciones de salud adecuadas, su situación se hace aún más difícil debido a la pandemia.
El Ministerio de Asuntos Humanitarios y el Consejo Ecuménico de Iglesias de Sudán del Sur, con el que la Comunidad ha estado colaborando durante años y con el que ha celebrado un acuerdo de cooperación, serán los que distribuirán la ayuda.
Esta ayuda es un gesto concreto de amistad y apoyo al pueblo sur-sudanés que ha sufrido mucho a causa de la guerra. La guerra, una violencia que parece no tener fin, a pesar del importante progreso realizado recientemente, en parte gracias a la mediación de Sant'Egidio.
La iniciativa de diálogo político, con sede en Roma, ha sido interrumpida por la diseminación de la Covid-19, pero sigue siendo la única forma viable de dar un futuro a este país.