El presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron, ha recibido esta mañana en el Elíseo a Andrea Riccardi junto con una delegación de la Comunidad de Sant’Egidio. Durante su encuentro, que ha durado más de una hora, han tratado varios asuntos que afectan a Francia y a la Comunidad, que está presente ya en más de 70 países del mundo. Partiendo de la compleja relación entre política y sociedad, han hablado de Europa, de sus puntos débiles y también de sus "fuerzas espirituales" que son un recurso que hay que sacar a la superficie por el bien común.
Ambas partes han considerado fundamental el trabajo por el diálogo entre las religiones y en particular con el islam. Han debatido largamente también sobre África, empezando por los conflictos en los que Sant’Egidio está en primera línea en un trabajo de pacificación, como en la República Centroafricana, en Sudán del Sur y en Casamance. También han abordado motivos de esperanza para aquel continente, como el programa Dream de tratamiento y prevención del sida, que se puso en marcha en Mozambique y actualmente está en 11 países africanos.
El presidente Macron ha agradecido a la Comunidad por el tono adecuado que ha sabido dar, tanto en Francia como en Costa de Marfil, al drama del joven Laurent Barthélémy, que murió el pasado 8 de enero mientras iba desde Abiyán hasta París en el tren de aterrizaje de un avión. Por último, en relación a la inmigración, ha destacado la importancia de los corredores humanitarios –para los que se está ultimando la renovación del acuerdo entre el Estado francés y Sant’Egidio– como herramienta de lucha contra los traficantes de personas y como modelo de integración.