El sábado 17 de noviembre, en Abiyán, en la gran catedral de Saint Paul, muchos amigos llegados de todos los barrios de la ciudad, capital económica de Costa de Marfil, participaron en una gran liturgia de acción de gracias, con los cantos del coro de Sant’Egidio. Les acompañaban representantes de las instituciones, de órdenes religiosas, de otras confesiones cristianas y de las religiones que hay en el país, como el presidente del Alto Consejo de los Imanes.
El cardenal Jean-Pierre Kutwa recordó en su homilía los inicios de la Comunidad, cuando Andrea Riccardi en 1968, siendo aún estudiante de instituto, soñó en cambiar el mundo con el Evangelio, la amistad con los pobres –que determinó su historia– y el trabajo por la paz. En particular, el arzobispo confió a Sant’Egidio el trabajo por la reconciliación en Costa de Marfil, la vigilia de algunos momentos político-electorales en los que se prevé peligro de tensiones.
Muchos ancianos, junto a niños de la calle y de las Escuelas de la Paz de Sant’Egidio participaron en la celebración y en la fiesta posterior. Predicación del cardenal Jean-Pierre Kutwa (FR) >>