En Bissau, capital de Guinea-Bissau, se celebró una conferencia titulada «Sant’Egidio, cincuenta años al servicio de la paz», en la que participó una delegación de la Comunidad, representantes de varias organizaciones de la sociedad civil, representantes de distintas religiones, periodistas y muchos amigos.
Guinea-Bissau es un país en el que actualmente se vive una marcada inestabilidad que dificulta el desarrollo económico, algo que ha tenido repercusiones sobre todo en los sectores de la educación y la sanidad.
La conferencia, que tuvo lugar en la universidad lusófona de Guinea, contó con la introducción del rector, Rui Jandi, que agradeció a Sant’Egidio por su trabajo a favor de la paz y por la ayuda concreta a los pobres de la ciudad y a los niños a través de las Escuelas de la Paz, cada vez más necesarias a causa de los problemas que está teniendo la escuela pública del país.
Luego Angelo Romano afirmó que la Comunidad tiene la convicción espiritual de que la guerra es un mal, de que no es un destino inevitable en la historia de la humanidad y de que la paz siempre es posible. Del amor por los pobres nace el trabajo de Sant’Egidio a favor de la paz. Los primeros pasos en el escenario internacional fueron a principios de los años ochenta, primero en Mozambique, donde una guerra civil había provocado un millón de muertos, y luego en todo el continente africano, en los Balcanes y en América Latina. En la actualidad el trabajo por la paz de la Comunidad no tiene fronteras. Gracias a su trabajo se ha convertido en un sujeto internacional independiente y autorizado, reconocido y apreciado por varios estados y organizaciones internacionales.