Veintiún niños malnutridos se ven obligados a vivir en la cárcel, donde sus madres están cumpliendo pena preventiva porque tiempo atrás estuvieron vinculadas a Boko Haram. Esta es la dramática situación que la Comunidad de Sant'Egidio ha encontrado en la cárcel de Maroua, en Camerún. Son niños olvidados a los que la Comunidad ayer les llevó paquetes de ayuda alimentaria, azúcar, sal, cacahuetes y otros productos como jabón, muy valioso en la cárcel.
Los niños y sus madres mostraron una gran emoción y un fuerte agradecimiento por un gesto de ayuda que mejora las condiciones extremamente precarias en las que viven.