VIVA LOS ANCIANOS

“¡Viva los Ancianos!”
Programa de seguimiento activo de la población mayor de 80 años
 
El Programa Viva los Ancianos nace en Roma en 2004, como una prueba de la Comunidad de Sant’Egidio y del Ministerio de Sanidad para responder al impresionante pico de mortalidad que hubo en verano de 2003, cuando murieron en Europa miles de ancianos como consecuencia de las excepcionales olas de calor.  Se sabe que la gran mortalidad que hubo en 2003 se debió no solo a la fragilidad, sino también al aislamiento social, que sufre la población mundial más anciana, y sobre todo, la europea.

El programa “Viva los ancianos", que funciona en Roma y en varias ciudades de Italia, es un servicio innovador para contrarrestar el aislamiento social, a través de la creación de redes, que funcionan junto a las respuestas tradicionales (asistencia a domicilio, servicios residenciales, etc.) y cubren amplias franjas de población expuestas a situaciones de riesgo. El objetivo prioritario es la prevención: contrarrestar los efectos negativos que tienen situaciones críticas (olas de calor, epidemias de gripe, caídas, pérdida del conviviente, etc.) sobre la salud de las personas de más de 80 años. La estrategia que propone es el seguimiento activo.

Desde 2004, solo en Roma, se ha podido hacer el seguimiento de más de 12.000 ancianos, se han realizado más de 350.000 actuaciones mediante llamadas de teléfono, visitas a domicilio, realización de trámites burocráticos y actos públicos (fiestas en la calle, estands informativos, etc.); han participado en redes informales de ayuda más de 23.000 personas (vecinos de casa, comerciantes, porteros, voluntarios). Los operadores del programa son mayoritariamente los mismos ancianos que, con el paso del tiempo, se han convertido en activistas del programa. La presencia capilar en el territorio ha permitido obtener grandes resultados, en términos de mejora de la calidad de vida y consiguiente reducción de los costes de asistencia sociosanitaria.
Durante el verano el programa "Viva los ancianos", en red con el Ministerio de Sanidad, recibe cada día el boletín sobre las condiciones metereológicas, que permite saber si va a llegar una ola de calor y, de ese modo, puede activar a tiempo el protocolo de emergencia. A partir del segundo día de oleada de calor se contacta personalmente a todos los ancianos a los que se hace el seguimiento, empezando por los más ancianos y más solos para comprobar su estado de salud y actuar si es necesario, activando, si procede, las redes de proximidad. Durante la emergencia se va a visitar puerta a puerta a los ancianos que no tienen teléfono y a los que tienen teléfono pero no han respondido a las llamadas de los operadores.

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