La situación del mundo: América Latina, el covid-19 y nosotros

Las noticias que llegan de América Latina y de América Central son alarmantes. En las últimas semanas se han convertido en el epicentro de la pandemia de covid-19. Los datos del mes de junio indican que Brasil ha superado el umbral de 50.000 muertos, convirtiéndose así en el segundo país del mundo con mayor número de contagiados y de muertos por covid, con más de 1 millón de infectados, poco menos que Estados Unidos. Perú y Chile, con 257.447 y 246.963 casos respectivamente, están entre los diez países del mundo más afectados por coronavirus, por delante de Italia e Irán, que fueron el epicentro del virus y sufrieron el mayor impacto durante la primera mitad del año.
También es alarmante la situación de México, que desde el lunes 22 de junio registra un número diario de muertos superior a Brasil. Mientras tanto en Argentina, donde el número de casos se acerca a los 50.000, se han registrado ya muchos muertos.

Características particulares de la pandemia en América Latina

Una economía que se basa casi en todas partes en trabajos informales (más del 60% de los casos en muchas zonas de América Central) hace que la gran mayoría de la población haya abandonado el aislamiento social al cabo de pocas semanas para procurarse el sustento con empleos precarios y sin ningún tipo de control.
La estructura urbana del continente con enormes aglomeraciones urbanas de millones de habitantes – Ciudad de México, Lima, Sao Paulo, Buenos Aires, Bogotá, Santiago– y extensiones infinitas de chabolas con altas densidades de población es un terreno fértil para la difusión del virus.

A pesar de este panorama general complejo, hay algunos países que han logrado resultados importantes en la contención de la infección. Entre ellos cabe destacar Cuba y Uruguay.

Es especialmente preocupante la situación en Tapachula, la zona de México donde se acumulan los migrantes que huyen de América Central y América del Sur y van camino a Estados Unidos. Allí se desarrolló una misión de Sant’Egidio para ayudar a los refugiados y estamos muy preocupados: el número de contagiados es alto y los centros que alojan a los migrantes para prevenir los contagios no admiten a más personas.

Las Comunidades de Sant'Egidio de América Latina, una red de solidaridad

Nuestras Comunidades han seguido con atención la evolución de la difusión del virus en Europa y se pusieron en movimiento inmediatamente para responder con creatividad y responsabilidad a la crisis que estaba llegando.
Sabiendo que la crisis alimentaria iba a afectar rápidamente a los más pobres por el cierre de comedores y lugares de caridad institucionales, empezaron de inmediato a repartir alimentos a las personas sin hogar de las grandes ciudades y a las familias pobres más aisladas de los barrios periféricos donde hay escuelas de la paz. Cada semana se reparten miles de comidas también a ancianos aislados en pueblos y en las grandes periferias urbanas. Para saber más:

en Perú

en México

en Argentina

en Haití