¿Qué podemos hacer en la difícil situación carcelaria?

Tal como se ha contado, la incertidumbre y el miedo al contagio han sido la base de disturbios trágicos que estallaron en los últimos días en las cárceles italianas, que causaron muchas muertes. Los espacios confinados y las instalaciones de salud, que ya son normalmente insuficientes, aumentan la inseguridad y el miedo al contagio entre prisioneros y trabajadores, lo que hace que el encarcelamiento sea aún más pesado.

Por esta razón, junto con las asociaciones católicas dedicadas a las cárceles, hemos hecho un llamamiento al Gobierno para que implemente con urgencia todas aquellas medidas que nos permitan enfrentar la emergencia causada por el riesgo de contagio del Covid-19 en las prisiones.

En particular, la situación de los reclusos de edad avanzada es preocupante, algunos de los cuales tienen más de 80 años.

Mientras ha sido posible, hemos hecho visitas individuales durante las cuales se ha explicado la situación actual y cómo protegerse de la infección.

Desde que el acceso se ha limitado, hemos buscado formas alternativas de expresar nuestra cercanía a las personas de la prisión: desde encontrar los fondos para permitir que los prisioneros más desfavorecidos telefoneen a sus seres queridos, a consuelo o comida, hasta la correspondencia: una carta, una nota, una postal cariñosa, incluso si provienen de una persona desconocida, brindan apoyo y alegría. En esto somos ayudados por los ancianos de la comunidad, quienes están enviando cartas llenas de afecto y atención en estos días.

Estas actividades involucran cárceles en varias regiones de Italia, en particular Lazio, Piamonte y Liguria. Además, estamos monitoreando a aquellos presos que están sujetos a medidas alternativas, para garantizar sus alimentos y cualquier tipo de suministro.

En la emergencia del coronavirus, no queremos dejar a nadie solo.

Por eso también necesitamos tu ayuda. Puedes contactarnos a través de la página web.