Unas 3000 peticiones de clemencia provenientes de todo el mundo enviadas al gobernador de Texas no han logrado parar la ejecución de Billy Crutsinger, que tuvo lugar ayer por la noche. Expresamos nuestro dolor y nuestra indignación por ese horroroso final.
Gracias a todos los que se han sumado a nuestros llamamientos. Sabemos que hoy están unidos a nosotros. Creemos que no hay justicia sin vida y seguiremos luchando para poner fin a la pena de muerte.