Una Comunidad de pueblo en una gran ciudad sudamericana: Andrea Riccardi visita Lima

Los días pasados la Comunidad de Sant’Egidio de Lima recibió la visita de Andrea Riccardi, junto a una delegación de Europa. 

La capital de Perú es una de las ciudades más grandes de América meridional, con casi 10 millones de habitantes, y las contradicciones de las modernas megalópolis, donde la "cultura del descarte" deja a muchos al margen. Andrea visitó a los ancianos del Asilo Canevaro y a las personas sin hogar que viven en el centro de la ciudad. Los ancianos expresaron con sus palabras su fe y la alegría por la visita que les hacen regularmente los amigos de la Comunidad: "no me lamento porque Dios protege a quien no se lamenta; lo que Él me da me basta", dijo una anciana. Un amigo que vive en la calle dio las gracias a la Comunidad porque "nos ha dado la capacidad de soñar. La gente cree que quien está en la calle ha tocado fondo, pero hay que empezar por el corazón".

En la asamblea con la Comunidad, en presencia de muchos jóvenes, Andrea invitó a todos a asumir la responsabilidad de los numerosos pobres que buscan una familia, creando así una comunidad de pueblo, también en el encuentro entre generaciones.

Los días posteriores hubo encuentros importantes que destacaron el profundo lazo de Sant’Egidio con Perú y su Iglesia, que vive en medio de un pueblo pobre, pero profundamente creyente. La delegación se reunió con el arzobispo Carlos Castillo, que acompaña con simpatía los pasos de la Comunidad de Lima y que quiso darle una iglesia para la oración en el centro de la ciudad. Un largo diálogo con el teólogo Gustavo Gutiérrez, que pasa de los noventa años, fue la ocasión de repasar la original historia del cristianismo latinoamericano.