Dominique Lebrun, arzobispo de Rouen: "El martirio del padre Hamel no es una bandera que se pueda enarbolar para luchar"

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“La Providencia me trae a Asís semanas después del asesinato del padre Jacque Hamel, después de decir misa, a manos de dos jóvenes que afirmaban ser de fe islámica". Dominique Lebrun, arzobispo de Rouen, recuerda en Asís, en el encuentro "Sed de Paz", organizado por Sant'Egidio, la Diócesis de Asís y las Familias Franciscanas, el martirio del padre Jacques Hamel.

El arzobispo ha dicho: "Ahora querría pedir la gracia de continuar el camino de diálogo, un diálogo que sea más fuerte y más verdadero, más interior". "Que el reconocimiento del martirio –espera el arzobispo de Rouen– no sea una bandera enarbolada para luchar y condenar, sino la alegría de dar gracias por el don de un sacerdote que ha dado su vida como Cristo".

A los que se preguntan si la convivencia es una ilusión, él responde que "en la vida social y familiar, todo es compatible entre nuestras religiones".

La visita de muchos musulmanes a "nuestras asambleas dominicales el 31 de julio", ha recordado el arzobispo Lebrun, fueron la expresión de "una familia que va a visitar a otra familia de luto. Y es un bien. Nosotros pertenecemos a la misma familia humana”.