PAZ

Solidaridad europea por Ucrania: las últimas semanas llega ayuda humanitaria de Sant’Egidio desde Bélgica, Alemania y España. Vídeo de TV2000 (IT) sobre las últimas actividades de los centros de la Comunidad

Dos camiones cargados con alimentos provenientes de las Comunidades de Sant'Egidio de Bélgica y Alemania han llegado al centro de almacenamiento de ayuda humanitaria de Sant'Egidio en Leópolis. Hace unas semanas llegó otro camión con alimentos desde España. La solidaridad de Sant'Egidio europea es un apoyo para el trabajo que hacen las Comunidades de Ucrania en favor de los desplazados internos y de la población de las regiones orientales y meridionales del país.

Desde que empezó el conflicto, Sant’Egidio ha intensificado los esfuerzos por ayudar a quien huye de las zonas de guerra. Hasta ahora en los cuatro centros que tiene en Ucrania, la Comunidad ha ayudado a unas 20.000 familias repartiendo 600 toneladas de ayuda alimentaria. Los voluntarios en muchos casos también son refugiados, como esta mujer, entrevistada por TV2000 (IT), que era profesora de primaria en Kramatorsk.

 

Sigamos enviando ayuda
a Ucrania y a los refugiados

"Estoy aquí desde abril del año pasado. Allí muchos hospitales ya no abren, las tiendas están cerradas y no hay trabajo. Por eso vine a Kiev con mi familia. La Comunidad de Sant'Egidio me ha enseñado que la paz debemos construirla juntos, también a través de pequeños gestos de solidaridad".

La responsable de este centro que está en Kiev se llama Ludmila. Gracias a la Comunidad de Sant'Egidio muchos refugiados han encontrado una casa, reciben medicamentos y miran al futuro intentando imaginar la paz como un objetivo alcanzable.

"Siempre hacemos la oración por la paz. Eso es lo primero que hacemos en la Comunidad de Sant'Egidio. Cada semana la hacemos en Leópolis y en Ivano-Frankivsk. Sabemos que la paz llegará, pero no sabemos cuándo".

Muchos ancianos reciben ayuda de la Comunidad de Sant'Egidio, como Taras, de 75 años, enfermo de cáncer que llegó a Kiev después de que los rusos destruyeran el embalse de Kajovka. Su casa de Kramatorsk ya no existe. "Con el poco dinero que tengo puedo pagar el tratamiento. Vengo aquí a buscar comida y ropa. Por desgracia lo perdí todo. Gracias a la ayuda de Sant'Egidio podré morir en paz, sin odio".